Feliz año(L)

Todo acaba.

Es increíble que ya hayan pasado 365 días de mi vida.

Días que pasé llorando y riendo, días que pasé intentando olvidar, o simplemente recordando viejos tiempos.

Días que, sinceramente, hubiese preferido que no pasasen, pero que quisiese o no, pasaron.

Tengo la suerte de que tuve más días alegres que tristes, pero que eso no significa que no los tuviese.

Un año se dice rápido, pero no se vive igual.

Nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas pensando en qué vamos a hacer en el futuro, y yo todavía no lo sé, pero lo que si tengo claro es que voy a dejar de hacerlo. Voy a vivir el presente y recordar el pasado, y así iré descubriendo que me tocará en el futuro.

Tendré nuevos propósitos para el próximo año, tendré cosas nuevas que hacer, tendré que tener entusiasmo y estar alegre en cada cosa que haga, tendré que estar preparada para todo lo que venga, tendré que ser fuerte, y lo más importante, tendré que ser feliz.

¡Prospero y Feliz Año Nuevo!

La Navidad

Esta etapa en la que la ilusión es la dueña de nuestros pensamientos.
Noches frías y días nevados.
Cuando entras por tu casa y empiezas a contemplar el árbol y cuando te fijas bien, vez que se está asomando un pequeño regalo justo debajo de las más grandes ramas del final.
Corres para abrirlo y compruebas que es uno de los regalos que tú, más querías.
Estas muy contento y cuando vas por la calle, vas felicitando a todo el mundo por la calle, con una sonrisa impecable llena de felicidad, celebrando La Navidad.
Días de fiesta y de alegría, de ilusión y de coraje, de sensatez y de peculiaridad.
Llega nochevieja y es el último día del año. El número 365, parece mentira.
Ahí te das cuenta de que has pasado 365 días de tristeza y alegría y has vivido cosas inolvidables y otras cosas que hubieras preferido no vivir.
Llega la hora, las 12. Te comes las uvas y empiezas a felicitar a todo el mundo.
Empiezas ya un nuevo año, el primer día de un nuevo y, seguramente, largo año.
Y a los cinco días, llega la noche que más esperabas desde que empezó La Navidad, el día de reyes.
Te vas a dormir y, cuando te despiertas, vez todo tu cálido cuarto lleno de regalos y sorpesas.
Sonríes sin parar y abres los regalos, todo lo que tú querías. Un sueño echo realidad.
Pero al llegar la noche entristeces un poco, porque te das cuenta de que acaba La Navidad, pero cuando estas solo en el cuarto rompes el silencio diciendo: Hasta el año que viene.

Te amo(L)

- Tengo algo muy importante que decirte...
- Dime, no esperes más.
- Pero es que... No sé...
- No tengas miedo, dime.
- ¿Te acuerdas del día que te describí a mi chica perfecta?¿La que te dije que me encantaría encontrar, y una vez la conozca, abrazarla y no soltarla nunca más?¿Con la que quería vivir el resto de mi vida?
- Sí, claro que me acuerdo. Yo también te describí a mi chico perfecto. Al que iba a querer tanto que podría hasta llorar, al que amaré hasta el día de mi muerte y más allá de ella, con el que siempre soñé vivir momentos inolvidables a su lado.
- Pues en realidad... Te describí a ti, mi chica perfecta.
- Pues mi chico perfecto... También eres tú.
- Cuando me preguntaste: "¿Cómo sería la chica de tus sueños?" cerré los ojos y empezé a pensar y lo único que se me venía a la cabeza, eras tú.
- ¿Enserio? A mí me pasó lo mismo, cuando me preguntaste a mí.
- Te quiero(L).
- Yo a ti no.
- ¿Cómo? Pero...¿Me acabas de decir...
- Sssh... No te quiero, Te amo(L).